etiquetas que marcan rebajas o precios desorbitados que quitan el habla,pero todo tiene un precio y está en el mercado que al contrario del bursátil no conoce de crisis.
se compran sueños, alegrías y penas, el silencio y así evitar discusiones.
dar un regalo con una mano y con la otra esperar algo a cambio,no una sonrisa ni un gesto de agradecimento, tal vez un olvido o comprar el cariño,un buen gesto.
quitar esa etiqueta es resistirse a un suculento regalo con doble sentido, la madurez se esconde cuando los presentes aparecen.
el trueque nunca ha pasado de moda.,ahora llamarlo chantaje se consideraría ofensivo,queda mejor decir regalos,favores...las palabras asustan y también son puñales que se lanzan.
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