sábado, 25 de octubre de 2008

demasiado ético para la realidad


hace algún tiempo quizá los sueños se hubieran cumplido, las esperanzas tenían un hueco, y las ilusiones guiaban a las personas, hubo un tiempo en el que las miradas se iluminaban al leer bellas palabras, y, éstas pasaban de unos a otros como un gran tesoro digno de ser compartido

ahora no hay sueños nobles que cumplir, parece que todo está hecho, que las únicas esperanzas radican en tratar de evitar que los errores cometidos vayan a mayores, que meter un poco de dinero en un sobre es un gran sacrificio y una limpieza de conciencia, ahora las esperanzas no llegan a los doce años y las ilusiones se quedan en encontrar el precio más bajo, esas palabras son imágenes que no hace falta transmitir,llegan a todos, señal de progreso,todos iguales, señal de democracia, todos las mismas oportunidades, señal de igualdad ¿ o no?


la parrilla televisiva premia la belleza o ser friki mientras que los que no cuentan con tales ``virtudes´´ siguen hincando los codos para intentar (a ciegas) cambiar algo, ser raro ya no supone salir diciendo que te has acostado con la hermana del cuñado de la hija de fulano sino todo lo contrario, al verla cambiar de canal encender la radio, abrir un libro, ir al cine... y si fuera solo la parrilla no habría problema pero es la estructura de los salones y las miradas vacías lo que asusta, paraliza y deja al inconformismo al alcance de todos


sería demasiado bonito pedir que cambiáramos todo, que dejáramos de lado los cubiertos cuando las noticias nos lanzan la realidad entre el segundo plato y el postre, integrar un poco más lo ajeno para ,de este modo, no sólo tener alegrías personales, sería...demasiado ético para la realidad

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