viernes, 14 de noviembre de 2008

demasiada sal


porque no conozco el llanto dulce, porque mis lágrimas saben a sal, y es contínuo su brotar y mis ojos están cansados y tristes

nunca caerá el telón y los aplausos invadirán la sala, ni vivieron felices y comieron perdices, nunca dejaré de soñar llorando por lo imposible de las fantasías, nunca tendré tu mirada, ni tu palabra de consuelo que me pida que no llore más

en mi mejilla empiezo a tener pequeños surcos, las lágrimas constantes han borrado mi piel, mi sonrisa, mi expresión, los ojos rojos ya no lloran por pena, derraman esas gotas saladas, y las oigo caer, una a una, las veo marchar, pequeños charcos sobre mi mesa, ya no siento, sólo lloro movida por la rutina de la desesperación

me levanto y lloro porque no has venido a acompañarme en mis sueños, y al dormir, lloro, me estremezco de miedo al pensar que de nuevo pasaré la noche a oscuras, esperándote, y cuando el sueño venga, por fin dejaré de llorar, respiraré con calma, mi boca ya no sabrá a sal, por un momento te habré olvidado

2 comentarios:

Francisco Campos dijo...

:|


Jojojo, casi nada en 4 párrafos!!

Muy buena reflexión, sobre todo el final. No sé porqué, pero me atraen mucho tus finales (el subconsciente me dice que es porque me aburro leyéndote y espero con ansia que se acaben tus textos, pero como sé que no es cierto lo pongo entre paréntesis).

Espero que todo vaya bien. Un beso ;)


PD: "Mis sueños son mentiras que algún día dejarán de serlo" NACH

. dijo...

cenci si esque sólo por leer tus comentarios sería capaz de hasta escribir esquelas!!!!!
(qué grande eres,yo también uso paréntesis)
un besazo!!!!!!