No es por ti, es por mí.
Vivan los tópicos. Pero en este caso es cierto, no me duelen tus palabras por venir de tu boca sino porque yo soy la destinataria, porque mi orgullo está hecho trizas, porque nos reíamos de las personas como yo, como tú dices que ahora soy yo.
Porque a las que vayan apareciendo en tu vida les contarás mi historia y seré aquella loca, y reiréis y ella jurará que jamás hará tal cosa, sin saber que no puede evitarlo, que creerá que obra bien y al tiempo tú le harás creer que nos es así.
Pues bien chica nueva, te recomiendo que tengas paciencia y buenas amigas, que llores mucho y no te tomes sus palabras en serio, que como decía un programa tú sí que vales, puede que él también, pero en los cuentos de hadas ponía continuará porque siempre aparece otro príncipe, yo ahora lo busco en el tren, pero es un regional que para en todos los pueblos y no creo que el perfil de príncipe encaje con la población de Cuenca con franja de edad comprendida entre los 60 y vete tú a saber.
El buen vino debe reposar, las palabras también. Las escritas en las líneas de arriba tienen exactamente 6 meses, el encargado de emitir esos benditos tópicos se olvidó hace tiempo de ellas, la destinataria también.El dolor de recibirlas no, porque los tópicos existen pero no siempre se cumplen.
En vez de decir no es por ti es por mi, en vez de esconderse tras frases hechas se podría decir la verdad, esa que duele, que desgarra el alma. Decir nunca ha habido nada.
Nada, quizá la palabra menos querida del diccionario, la menos alentadora y más realista, porque nunca la quiso nada y nada hizo que volviera a pensar en ella.
Porque de la verdad nada le parecía atractivo y nada de su valor salió a la luz y no es por tu es por mi era lo único que se le ocurría para terminar ese capítulo.
Futuros pretendientes de la chica del tren: se exige originalidad para terminar con "nada".
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