martes, 9 de diciembre de 2008

vencida


la lluvia pesaba sobre su pelo como todos esos años sin esperanza, empapada caminaba lentamente bajo el aguacero, pensó coger un taxi pero la mala racha que atravesaba no le permitía concederse ningún tipo de lujo a pesar de que tardaría horas en llegar a casa

los truenos comenzaban a sonar cada vez más cerca convirtiéndose en su única compañía, no se molestaba en saltar los charcos ni evitar que los coches le salpicaran, ya nada importaba, le invadía una sensación de agonía, de final

la lluvia siempre había sido un estado bipolar, cuando todo iba bien era un clima hogareño, de libros y grandes películas, pero ahora no era más que melancolía, cada gota que caía era un recuerdo de tiempos en los que la felicidad existía

cansada de luchar no sólo contra el tiempo sino también contra su miedo y sus sentimientos se sentó en un banco, respiro el aroma a hierba húmeda que en su infancia tanto le gustaba y durmió esperando que la suerte estuviera de su lado para no despertar nunca más

3 comentarios:

Antzoki dijo...

"si se callase el ruido...
oirías la lluvia caer"
Con estos versos robados de Ismael Serrano empiezo mi nueva actu sobre la Carta magna y su 30 aniversario.

bs..

Anónimo dijo...

Querida, me gusta sacar algo de tiempo para leer tus bonitas actualizaciones.

Marcho con mi amigo Oscar Wilde.
Te he invitado por tuenti a un evento...¡no me falles!

Un beso.. guapa!

. dijo...

cómo te voy a fallar!!!si me están cambiando,si antes no era así,voy a asustar hasta a Rosana!!!!
un beso