siempre buscando la aceptación de los demás y el terror en casa,llega un momento en el que todo se logra y aparece la tristeza, el temor a perderlo todo
la superficialidad llena el armario y las conversaciones vacías la corta sobremesa, intentos de atrapar lo que algún día sucedió pero que un reproche tras otro y alguna palabra más alta que otra se han encargado de destrozar en mil pedazos
días de destierro en las habitaciones con esa música que tan poco les gusta, sumergido entre las páginas de un libro, intentando escapar a través de esa ventana que existe en todas las películas, esas que venden soluciones baratas y rápidas, inexistentes
todo intento de separación es sencillo, al tiempo aparece un nudo en el estómago, la semejanza solamente se encuentra en los rasgos más perceptibles a primera vista, aquellos que todos menus tú ven
mientras la lucha radica en un intento por lograr la comprensión, el ánimo, pero al igual que tú te dejaste llevar por lo que era diferente, ellos cierran los ojos, y de nuevo los reproches, las malas miradas y los comentarios hirientes, y de nuevo el mismo culpable, y de nuevo la misma situación, el nudo en el estómago que no es más que una culpabilidad por nada en concreto, por ser diferente tal vez
incomprensión, moda dicen, sentimientos nunca...
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