demasiado tarde

todavía guardaba dentro de aquel libro la flor que le regaló, de vez en cuando sobre todo los días de lluvia sacaba la flor ya marchita y la observaba tumbada en el sofá

había imaginado una y otra vez el momento en el que él le regalaría una flor, sabia bien que no sería una rosa, las detestaba, era una orquídea blanca,su favorita

lo hacía los días de lluvia porque mientras veía como la calle se iba llenando de charcos venían a su mente todas las conversaciones, los gestos, las miradas, todo

esos recuerdos,sin embargo eran una razón más para sentirse débil, ella no había sido capaz de actuar, aun sabiendo que él volvería a casa pronto, tenía miedo de perderle, entonces prefería tenerle como amigo, compañero de noches de cine y larguísimos paseos que su rechazo, temía que la viera solo como a una amiga más, una compañera de clase a la que podía llamar cuando le faltaran apuntes

ahora esa sensación de preferirle como amigo a no tener nada había desaparecido, él ya no estaba, en vano había intentado sustituirle por otro,intentó alejarse de él y al final, él volvió, tarde o temprano ese momento iba a llegar y se arrepentía de no haber aprovechado hasta el último instante a su lado, pero cuando el se fue ella huía de él, no cogía sus llamadas, no pasaba por la puerta de su casa

se avergonzaba de evitarle, había obrado mal, no por no decirle lo que sentía sino por renunciar a estar con él solo por encontrar a otro, a otro que como siempre sucedía al poco se cansó, se cansó de sus sueños, de sus eternas explicaciones sobre cómo veía las cosas, se cansó de sus libros, de hecho se cansó antes de intentar comprender qué veía ella en esos volúmenes cubiertos de polvo y con párrafos enteros subrayados

no sabía si algún día volvería a verle,sabía que si era así no podía pedir que la mirara como al principio, esa mirada que le había hecho soñar que eso era algo más que una amistad, solamente podía perderle esas tardes hablando de nada en las que el tiempo pasaba sin que apenas se dieran cuenta