y cómo no

y cómo decirle que le echa de menos...
las palabras huyen de sus labios, se resisten a salir y llevar consigo emociones

y cómo hacer que él comprenda lo que significa su mirada, sus suspiros...
ella sigue asustada,como el primer día que le vio

y cómo hacer que se fije en ella
la inquietud le paraliza, si actúa tiene miedo de la respuesta, sino tiene miedo del silencio

y cómo hacer las cosas fáciles
si supiera todo lo que siente, cuántas veces piensa en él, en las pequeñas cosas que le haría reir

y cómo podría por fin, después de tanto tiempo encontrar el camino correcto justo a tiempo, echar la vista atrás y seguir, junto a él, caminando

preludio

si antes de empezar dejaran elegir el camino, todo sería más fácil.

el destino es simplemente una palabra cruel y despiadada que encamina las vidas a caminos equivocados.

las cartas que se reparten siempre son engañosas, las señales ambiguas.

las campanadas que señalan un comienzo deberían ser el tiempo de repartir las vivencias de aquello que se celebra.

escribir unas lineas, respirar y cerrar los ojos, mirar a través de la ventana...todo para elegir qué seguir, qué hacer, sabiendo que ir a contracorriente es inútil, el empeño no es más que una pérdida de tiempo, todo parece que ya está hecho, entonces ¿qué?

que las decisiones te lleven al donde ellas quieran, que el destino haga que te equivoques una y otra vez, pero que al menos te de esa oportunidad.

un minuto, por favor

``No te da rabia que cuando algo importante te pasa ves que el mundo sigue, que tus problemas son indiferentes al resto del mundo ´´

``Cada persona tiene sus propios problemas, miles de problemas, piénsalo, si ves a las personas pasar e intentas imaginar cómo son sus vidas te das cuenta´´

``Pero no te gustaría que durante 1 minuto todo parase, la producción de todo, todo, las calles quedaran vacías... ´´

``A más de una persona le vendría bien parar a pensar durante un minuto, sentarse en un banco, cerrar los ojos y por primera vez respirar ´´

Hablar por hablar, hablar de un mundo al que perteneces o no, no por estar en el mismo lugar a la misma horas eres igual que aquél que tienes enfrente, tampoco eres mejor ni peor, tampoco buscar ser diferente, ni que te etiqueten, solo buscas que durante un minuto el mundo pare y escuche tus problemas.

ella es la respuesta, el motivo y el por qué

Cuando el despertador sonó se dio cuenta que ya llevaba una semana sin poder dormir. Tras lavarse la cara y comprobar que las ojeras eras más que evidentes se dispuso a tomar café, su único capricho, pero tras 7 días de lágrimas e insomnio ya no quedaba.
La casa estaba más fría que nunca, nadie le esperaba cuando volvía, nadie comía frente a ella, ya no quedaba nadie.
Todos se fueron yendo presos del miedo, pero del miedo a qué, se preguntaba en sus largas noches de silencio.
Ella sabía la respuesta, ella sabía el motivo, había un por qué, ella era todo, la respuesta, el motivo, el por qué.
Cuando comenzó todo, no había ni respuestas, ni motivos, ni por qué, cuando comenzó todo sus ojos eran el centro de atención por motivos muy diferentes a los de ahora, brillaban, iluminaban al resto.
Después y poco a poco se apagaron, se consumieron como una vela durante la noche, y trajeron consigo las ojeras, las noches sin dormir, la falta de café y, sobre todo, la soledad.
Todo fue por él, tonta enamoradiza no quería decir que no, él era perfecto, protector, guapo, tenía dinero y la trataba tan bien...hasta que... hasta que llegaron otros ojos, otra mirada, y los suyos comenzaron a nublarse, entonces él se fue, llevando más de lo que le había dado, y ella...
Ella ya no quería pasar una noche más pidiendo, rogando, ella no quería vivir para ver si aquel hombre volvía, ella quería volver a casa, ella no podía luchar más.
Todos olvidaron que existía, pasaron semanas, meses... cuando la encontraron si quiera pudieron reconocerla, ella ya no estaba allí, había vuelto hace semanas, meses a casa.

promesas por cumplir

le juró amor eterno, le juró por mil años que pasarán jamás borrarla de su mente, le juró cuidarla siempre y pasara lo que pasara, pero hay promesas que no se pueden cumplir...

de nada sirvió el amor eterno y sus promesas de protección, de nada sirvieron los momentos a su lado, las tardes tumbados en la hierba cambiando sueños, los cafés repletos de extraños seres, de nada sirvieron sus largos paseos de domingo....

él marchó, se fue con el frío invierno, nunca pudo cumplir sus promesas, nunca pudo contarle cuál era su único sueño, nunca pudo decirle que su sueño era no partir nunca y así cumplir lo prometido, nunca reunió las fuerzas para decirle que era inevitable, que desde hace mucho sabía que ese momento estaba cerca, pero es que el sueño de ella era no saber,no saber cuándo, cómo, por qué

se acabó

Mientras el sol tostaba poco a poco su piel una idea le rondaba la cabeza. Había llegado el tiempo de la tranquilidad, nada tenía que hacer y aun así de su mente no podía alejar las antiguas preocupaciones.

No por cambiar de estación cambia de problemas la gente, pensó.

Una dulce melodía le acunaba mientras la brisa hacía más pasajera la tarde. Llamadas, mensajes, cartas, de algún modo tenía que regresar al mundo real, no podía volver a caer en la soledad en la que había habitado durante un año.

Mes tras mes se fue alejando asustada de no poder devolver todo lo recibido, de no estar a la altura, de no igualar las expectativas marcadas.

Había abrazado esa soledad de la que se habla en algunas canciones, y que parece ser una grata salida, pero se había dado cuenta de que si quieres tener sueños y cumplirlos también querrás tener a alguien con quien compartirlos.

Después de un año y muchas lágrimas derramadas noche tras noche, se había dado cuenta de que el amor no es perfecto, de que el cariño imperfecto existe y es el que hace que tengas un nudo en el estómago. Por fin ella sabía que Hollywood se acaba a las dos horas y que nunca habrá una rosa púrpura del Cairo en su vida.

Después de un año, bajo el sol y una suave brisa por fin se dio cuenta de que no tenía miedo a enamorarse.

y quise yo enamorarte

Desde el primer momento quise yo enamorarte, pero tú no creías en el amor, o al menos eso decías.
La primera vez que te vi quise ver a través de tus ojos, quise leer tu mente, sentir tus miedos y vivir tus pasiones.
Me olvidé de todo, tú eras todo, me olvidé de ti, solo quería enamorarte, quería sentir que eras parte de mi, ahora que te has marchado me he dado cuenta de que no eras solo una parte de mi, eras todo.
Ya no volví nunca más a la idea de enamorar a alguien, ya que contigo solo conseguí que me enamoraras, caer en tus redes, soñar con tus ojos.
Ahora sé que de nada vale querer enamorar a alguien, sé que primero me tengo yo que enamorar y luego....luego ya se verá.

calor, modorra y tus recuerdos

Odio los días como hoy, el calor atraviesa los cristales de la ventana y te inmoviliza, no te deja hacer nada, te atonta por completo, te domina.
Te has convertido en un caluroso día de verano, en el que nada sucede, un día que olvidas en cuanto te levantas para empezar otro igual.
Me inmovilizaste, no me dejaste hacer nada, me atontaste, me dominaste, pero por fin he conseguido olvidarte, he conseguido al amanecer recordar vagamente una sensación de modorra a tu lado, pero ¿por qué?

Porque un día escribí ``nunca pensé que diría esto pero me siento tonta por pensar que no había un final, me siento tonta por no querer ver lo que era obvio, me siento tonta por defenderte y confiar en ti cuando no te lo merecías.
Después de tanto tiempo has conseguido convertirme en una persona que nunca quise ser, has conseguido que me sienta culpable por todo lo que pasó´´

Había una cosa con la que no contabas, había un momento que creías que nunca llegaría, pero ya está aquí, ha llegado, por fin te has convertido en una parte más de mi pasado ´´
No esperes rencor, no esperes que la próxima vez que te vea ni te salude, lo haré, me acercaré a ti, como quien se acerca a un conocido y preguntaré si todo sigue igual, espero que me digas que sí, aunque realmente la respuesta es lo de menos, después me alejaré como si nada hubiera habido entre nosotros, porque una vez me hiciste sentir tonta.