te despiertas una mañana y mientras tomás el primer café piensas en lo desgraciada que eres, todo porque tienes un examen en unas 4 horas, todo porque no has estudiado, todo porque no te ha dado la gana
tu mayor preocupación es qué ponerte, dejas el cuarto lleno de trastos, porque no falta de nada, el portatil tirado por el suelo, ropa,ropa y más ropa en la cama...batalla campal
llegas al coche, qué rabia que no sea tu propio coche, sino que sea el segundo que hay en tu casa
y pones la radio...
resulta que la tierra se mueve y que para colmo de males se mueve donde todo más se tambalea, resulta que miles de personas que desearía tener tus bonitos y santos problemas ya no están y quién sabe los que vivirán sin vivir, redundancia que se deriva de la poca calidad literaria que tiene una
y ahora todos pensamos en Haiti, aaay pobrecitos aaaay qué pena, aaay qué hipócritas
ante este tipo de situaciones alzar la voz es cómodo, cambiar el mundo imposible y actuar de forma altruista demasiado, porque no renunciaré a mi ordenador ni mi montaña de ropa, porque yo con mis 21 años no soy culpable pero tampoco inocente, porque ahora resulta que los políticos se quejan de que los controladores aereos cobran una pasta y ellos claro con su sueldo de becarios
porque necesitamos a alguien que en modo madre nos siente y nos ayude a actuar de forma justa que no solamente hay que ingresar x al mes para limpiar conciencia, que sí es así toda ayuda es buena, que no pensemos en los males del mundo cuando ya en inevitable que esta historia ya la hemos visto que pasó en Sri Lanka y nos volcamos y ahora ya no sabemos ni dónde está
que desde mi cama no puedo salvar vidas ni levantar escombros, que voy a dormir a pierna suelta y pido que caiga empatía del cielo porque nací muy al norte y no es mérito mio ni mucho menos demérito de aquel que ve que las cámaras le enfocan cuando se van cerrando sus ojos
No hay comentarios:
Publicar un comentario