El tiempo es caprichoso, el tiempo jode básicamente porque pasa muy deprisa en los mejores momentos de la vida, porque borra bellos momentos, porque se vuelve vago cuando quieres que las horas vuelen, porque se vuelve inoportuno
El tiempo no se lleva bien con el destino, cuando éste te ofrece eso que llevabas toda la vida esperando no es el tiempo adecuado y te encuentras llorando maldiciendo con los ojos hinchados y tus amigas te dicen que no es para tanto pero sabes que quizá 365 días más tarde el tiempo y el destino hubieran acertado y tú habrías sido feliz
En este esperpento siempre cabe un tercer actor, actriz mejor dicho, la esperanza, el corazón plagado de ella te dice que algún día tiempo y destino coincidirán y jamás volverán a separarse
Sin embargo cabe guardar luto por esa oportunidad perdida, porque llorar siempre será bueno, siempre que haya un mañana, ese dulce despertar, ganas de vivir sin mirar el reloj para que no crea ser dueño de tu destino, porque por mucho que seas una marioneta ante él solamente puede controlar tu vida, hacer que el destino llegue siempre tarde, pero es solamente tu vida, jamás te quitara esos despertares en los que te comes el mundo
Ya no esperarás sus palabras
Hace 14 años